Pasante de moda, no pasará de moda.

O por lo menos no para mí... 
Cada vez que veo una película, por lo general me llevo sus frases y su música. Y ahora que lo pienso me gusta creer que a cambio le dejo un poquito de mi corazón. Sin embargo, no todas logran que eso pase. Imagino que es como en la vida: Hay que saber en dónde dejas un poquito de ti. Lo debe valer y merecer en grande. En el caso de Pasante de Moda, por ser encantadora y consistente, también le dejé risas y algunas varias lágrimas.
No voy a decir que es la mejor película del mundo, o la mejor comedia. Pero hizo ese “clic” para quedarse. 
Desde hace un mes le dije a mi mejor amiga (@paolina100​) que era la película perfecta para ver juntas. A ella le encanta la moda y el amor, y a mí me encanta el amor y el cine. Sonaba a una gran combinación, más cuando nunca habíamos ido a cine juntas, o por lo menos no intencionalmente. Y un día sin pensarlo, recibimos una invitación para ir a verla en premiere. Claramente estaba lista para nosotras. Nos encantó. ¿Las razones? Acá encuentran algunas: 
  • Los vacíos en la vida, se llenan con amor. Desde el primer momento Freud se hace presente: “Amor y trabajo, trabajo y amor. Eso es todo lo que hay” una frase que a lo largo de la película y en cada uno de los protagonistas cobra sentido. Tal vez es una invitación a encontrar fuertes equilibrios que nos demuestren que encontrar un propósito en la vida y ser valorados es tan importante como amar y ser amado, y que en la balanza, ningún lado se sostiene si el amor por lo que hacemos, e incluso por quienes amamos no nos dirige. 
  • Es multigeneracional. No solo por el casting en donde Robert de Niro (Ben) y Anne Hathaway (Jules) son los dos puntos centrales de una brecha generacional bastante amplia, sino también por todos los gagsque se dan en medio del contraste de un negocio muy digital con las exigencias del mundo moderno, sus trabajadores jóvenes y creativos, su estilo informal, los espacios colaborativos; y Ben, un adulto que a los 70 años logra recobrar sentido a su vida y a la vez deja su legado en medio de tanta juventud. Sin importar la edad edad adulta en que uno esté, seguro habrá alguna situación con la cual identificarse para reir y reir.  
  • Las fechas de vencimiento están sobrevaloradas, y es que muchas veces juzgamos a las personas por su falta de experiencia o al contrario por tener mucha, por su apariencia, por su exceso de dinero o la falta de él, y así entre prejuicios y creencias, se van pasando las oportunidades. Por eso, esta frase que cita Ben, es una bonita reflexión: “Una vez leí que los músicos nunca se retiran. Solo se detienen cuando no hay más música en ellos. Bueno, todavía hay música en mí”
  • Nunca te equivocas al hacer lo correcto. Así como nunca es tarde para intentarlo.
  • Necesitamos pasar un tiempo con los ojos despiertos.Desacelerar, hacer altos en el camino para apreciar lo verdaderamente importante. Esas cosas que en la intimidad nos hacen felices y completan la existencia. Muchas veces la presión y el día a día, se disfrazan de urgencia, cuando tal vez las prioridades nos esperan en otra parte. 
  • Hay que saber de moda, pero no de la que encuentras en en la últimas ediciones de Vogue o Elle, sino de la que es importante porque tiene una razón de ser más allá de la vanidad o las tendencias. Cuando vean la película y escuchen el discurso sobre el pañuelo de tela del hombre, lo entenderán. ;)
  • Ni te acerca ni te aleja de la tecnología. No es de ese tipo de películas que sataniza a la juventud, a la tecnología o a la antigüedad. Hace un balance muy bien logrado con humor para crear pequeñas reflexiones sobre las relaciones de amistad y de amor mediadas por las redes sociales y los emoticones. Para apreciar lo valioso de algunas tradiciones de antaño y dejar de sobrevalorar los likes, para darle valor a lo importante, así sea en la vida digital o en la vida real. 
  • Es tan optimista y cursi como yo. Es cálida, familiar y aunque en el fondo pareciera que no hay una relación amorosa de por medio, el amor no deja de estar con sus altos y sus bajos… y ahí, es donde creo que la mayoría de las chicas hacemos clic. A mi me pasó mientras escuchaba la charla de Jules con Ben en una cama de hotel, y no precisamente por lo que puedan imaginar. Solo me ví ahí, casi con las mismas palabras creyendo como ella que lo imposible se podía hacer posible. Mi mejor amiga por su parte, hizo clic en la charla de avión. Cada una encontró su momento para saber que de alguna forma u otra, todo siempre va a estar bien. 
Al final, mejor les dejo el trailer para que se antojen de verla y tal vez me cuenten luego si tuvieron su momento de clic. 

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